Primer día del colegio... Miedo para los niños o los padres
La primera vez en el colegio representa una frustración tanto para el niño como para los padres que no saben como enfrentar los llantos de desesperación de ese primer día.
El cambio de entorno no
tiene que ser traumático, pero sí
requiere tiempo, mayormente la falta de adaptación desaparecen antes del final
de las dos primeras semanas, aunque en algunos casos pueden mantenerlas a lo
largo del primer mes de estancia en la escuela.
El objetivo del periodo
de adaptación es conseguir que el niño acepte el nuevo espacio y aprenda a
moverse en el entorno, que el niño se adapte a nuevas rutinas, comprenda y
establezca vínculos de afectividad con los demás compañeros y su maestro.
Consejos para padres
·
Comenzar
la adaptación en casa: para que el inicio de la escuela no suponga un
cambio brusco en los hábitos diarios del niño, es necesario, en las semanas
previas, adaptar de forma progresiva los horarios
de sueño y
las comidas. Los especialistas recomiendan también no introducir otros cambios
importantes durante el periodo de adaptación, como quitar el chupete o cambiar
de habitación. Es mejor que estas modificaciones se hagan antes o después de
esta etapa adaptativa.
Crear
ilusión: visitar
el colegio con el niño antes de empezar las clases, de modo que después pueda
reconocer el espacio, o preparar con ellos el material que deben llevar a las
clases son algunas actividades que predisponen al escolar a ilusionarse con
esta nueva etapa de su vida.
·
Desdramatizar
las despedidas: las
despedidas deben ser breves y alegres. Es recomendable evitar los chantajes
afectivos de tipo "si lloras me pongo triste" y mentir al niño con
frases como "vengo enseguida", "aparco y ahora vuelvo" o
irse sin que se dé cuenta. Hay que recordarle siempre que se volverá a
recogerle. En el caso de situaciones de tensión, con llantos y rabietas, se
debe responder con ternura y comprensión pero con firmeza, para que no piense
que con sus protestas puede prolongar la despedida.
·
Manifestar
una actitud positiva: es necesario evitar los comentarios negativos
o utilizar el colegio como amenaza con el escolar. Para transmitirle felicidad
y tranquilidad, es recomendable contarle cosas buenas del colegio, hablarle de
las actividades divertidas que puede hacer en el aula o de todos los amigos
nuevos que puede encontrar.
·
Mantener
una comunicación fluida con el tutor: los padres deben acudir a
las reuniones que se organicen en
el centro para conocer al tutor del alumno y facilitarle al docente toda la
información posible para que conozca al niño y sea capaz de reconocer sus
miedos o problemas. Es importante acudir al maestro ante cualquier inquietud,
pero sin intentar acaparar su atención en momentos delicados, como son la
salida o la entrada del aula, cuando tiene que atender a todos los alumnos de
la clase.
·
Reforzar
su autonomía: para
que el niño pueda enfrentarse con seguridad a la nueva situación, es
aconsejable reforzar antes del inicio del curso sus hábitos de autonomía,
como el control de esfínteres, beber agua sin ayuda o reconocer su ropa y
objetos. Es efectivo también destacar su identidad, que sea capaz de reconocer
y comunicar su nombre y el de las personas más cercanas.
·
Mostrar
interés: para
reforzar la adaptación del escolar, los padres deben demostrar su interés por
sus actividades, preguntarle a la salida de clase qué ha hecho, cómo lo ha
pasado o los nombres de los compañeros nuevos a quienes ha conocido.
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