A cenar temprano!!

A veces pensamos que para mantener una dieta balanceada o mejor dicho tratar de alimentarnos bien, es la única condición para que estemos sanos, pero tenemos que tener en cuenta que las horas en que ingerimos alimentos también cuenta.

SANTO DOMINGO.- Según estudios recientes cenar temprano puede reducir el riesgo de algunos tipos de cáncer, es decir las personas que ingieren alimentos dos horas antes de irse a dormir, tienen un 20 % menos probabilidad de padecer de un cáncer de mama y próstata que las que comen después de las 10 p.m. o se van a la cama poco después de cenar.

El  estudio publicado en el International Journal of Cancer, siguió a 621 personas con cáncer de próstata y 1.205 que tenían cáncer de mama, así como a 872 hombres y1.321  mujeres sin cáncer, conocido como grupo de control, elegidos al azar de centros primarios de salud en toda España.

Los investigadores consideraron el estilo de vida y el cronotipo de cada persona, o su preferencia por el día o la noche, y les preguntaron cuándo comían y cuales eran sus hábitos de sueño. Los participantes también  completaron cuestionarios sobre sus hábitos alimenticios y el cumplimiento de las recomendaciones de prevención del cáncer, como la actividad física  y la limitación del consumo de alcohol.

Alrededor del 27 % de los pacientes con cáncer de mama siguió las recomendaciones de prevención de cáncer, en comparación del 31 % del grupo control. Se encontraron resultados similares en el grupo de cáncer de próstata.

Las investigaciones sugieren que comer en sintonía con el reloj natural del cuerpo puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama en los sobrevivientes.

" Los estudios han encontrado que las personas que comen tarde en la noche tienen mayores tasas de obesidad y peores perfiles metabólicos y en particular las personas que tiene una duración de ayuno nocturno más prolongada, lo que puede implicar una menor ingesta nocturna, tienen un mejor control de azúcar en la sangre y un menor riesgo de cáncer".

" La interrupción del reloj corporal y la capacidad reducida para procesar la glucosa son posibles factores mecánicos que vinculan  la alimentación a altas horas de la noche con el riesgo de cáncer".

" No solo eres lo que comes, eres cómo comes y bien pudiera ser, cuando comes", Palapattu.